Cuentos


Armando Macchia

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EL CERRO DE LOS CLAVELES

Me lo contó Ricardo Funes en un bar de la villa cabecera de San Carlos. Era un mes de noviembre. Para los lugareños es como que se inicia la verdadera primavera....

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EL ESCRITOR EN SU LABERINTO

El escritor cierra la puerta de su habitación y enciende la computadora. Mientras comienza el proceso de puesta a punto, se sirve una copa de coñac, compañía obligada en desoladas noches de invierno.....

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SOMMIER

Era mejor cuando no teníamos sommier. Entonces hacíamos el amor a quemarropa, con sonidos acompasados de maderas crujientes, de encastres de juguetes, amor de secretos cómplices, de sueños espejados...

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UNO BUSCA LLENO DE ESPERANZA

Además era domingo. Me levanté a esa hora en que la noche se apura para traer urgente la mañana y desde la puerta tanteé el frío. El horizonte se inflamaba al contacto con el sol que asomaba tímidamente...

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LA DIABLADA DE SAN JOSÉ

Toda la historia parece girar en torno de Carlos, y algunos trocitos de Verónica. Carlos y Verónica no mueren, aunque ambos tuvieron sobradas razones para hacerlo. Él por accidente. Ella por tristeza...

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LA VIDA POR CIEN TAJOS

Temprano como todas las mañanas, pedalea tranquilo por las calles aún desiertas. Como todas las mañanas, temprano. El ruido del piñón y de su respiración pausada se escuchan nítidos allí, donde pareciera que el tiempo se ha detenido. Todo ese mundo de quietud y tibieza lo acaricia como un aliento blando...

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MILONGA DE MIÉRCOLES

Un miércoles a la noche, mientras las calles de la ciudad tiritan de frío y la luna se desmaya en el cobijo del cielo, Ella traspone la puerta de la milonga. Es como entrar en una película. Miércoles de fiesta, miércoles de milonga...

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SILICONAS EN EL ALMA

No había sido una buena noche para Evaristo Gómez. A la salida de la oficina se juntó con sus compañeros para un asadito, consecuencia de una apuesta futbolera. Comió y bebió demasiado. Luego vino la interminable partida de truco...

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LA CAMPANA ROTA

La ciudad había entrado perezosa en la sofocante tarde de enero, que se recostaba brutal sobre las casas, la gente y los animales. Como todas las tardes de verano, a eso de la oración...

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EL TIEMPO QUE NOS QUEDA

Es mediodía y está solo, masticando la tristeza, despatarrado en una silla vieja bajo la galería de la estación de servicio donde trabaja catorce horas al día...

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EL MONSTRUO DEL TROLE

Sé que muchos me tomarán por fabulador, pero anoche vi un monstruo. Fue una de esas noches trastornadas cuando lo vi...

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HOMBRE DEL DOMINGO

En un domingo flaco, cuando las luces de neón apenas entibian su alma, el hombre del domingo transita un alborotado Shopping en jogging y zapatillas blancas...

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EL PATIECITO DE LOPEZ

La luz del día lo sorprende con los ojos abiertos. Se levanta decidido. Hoy no será lo que Dios quiera, será un día distinto. Entra en la ducha sin la premura cotidiana, deja caer largamente el agua acariciándole el cuerpo...

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LA ORJEJA DE VAN GOGH

Vincent van Gogh se cortó una oreja y se la envió a...

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LA TERRAZA

Al menos dos sábados por mes la terraza de Doña Filomena Díaz, viuda por partida doble, se convertía en un verdadero jolgorio...

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SEÑORITA EMILCE

¿Qué comenzó primero, la música o la pena? Aunque no poseo una libreta de calificaciones, una constancia del pago de las horas de clase, algún pentagrama manuscrito de su puño y letra...

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EL CASERON DE DOÑA DOLORES

La añosa casona de doña Dolores en el Callejón de la Leche, así apodado por los diversos tambos allí instalados, era el lugar de encuentro de gran parte del vecindario...

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EL RUISEÑOR NEGRO

En una tarde quieta y apacible, sin una brisa, con un sol amable entre los árboles, don Ambrosio, aldeano solitario, toma mate en el patio desierto. Con las arrugas de la vida y la pobreza cayéndole encima, ya poco le queda para seguir prolongando la osamenta en esta tierra...

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MICROCOCCUS RADIODURAS

“Así no vas a ir al cielo”, vaticinó la mujer con su boca glotona, con su boca de escupir palabras a diestra y siniestra “virgencita del Rosario, ayúdalo y ayúdame también a mí”...