Microrelatos


Escritos cortos

Ruidos molestos

Un perro ladra en la noche ciento treinta y dos veces. El ladrido ciento treinta y tres queda suspendido en el aire como un quejido sordo. El vecino que disparó limpia con parsimonia el caño y el brocal de su rifle Rémington 160, lustra la culata, ajusta el percutor, instala el seguro y lo guarda nuevamente con celosa precaución en la funda de cuero. El dueño del perro lo denuncia por ruidos molestos.

Cada uno escribe como mejor le parece

El poeta Bartolomé de las Casas trazó su Cancionero Nocturno mientras hacía el amor con una de sus tantas amantes. Dicen quienes lo leyeron que entonces escribió los mejores poemas de su vasta obra, aunque con letra ligeramente temblorosa.

Los protagonistas se toman revancha

Un libretista de radio debió matar a sus siete protagonistas porque los auspiciantes levantaron la publicidad antes de lo pactado. No solo fue dejado cesante, sino que al llegar a su casa unos forajidos habían asesinado a su madre y su esposa en la página diez del libreto y en la misma forma literal que lo habían escuchado los oyentes.

Un escritor póstumo

Esto lo estoy escribiendo mañana, se dijo el escritor apoyado en su escritorio. El día anterior había fallecido para siempre.

Masoquismo

Tenía tendencias masoquistas y sus padres se las quitaban a trompadas.

Cómo funcionan las cosas del cielo

De chico rezaba todas las noches para tener una bicicleta. Hasta que me di cuenta que Dios funciona de otra forma. Entonces robé una, y comencé a rezar para que me perdonara.

Telefonema

Había adoptado la aptitud de llamar por teléfono todas las noches a la comisaría del barrio. Preguntaba por el comisario, ocultaba su identidad, y decía: “Señor, tengo el honor de declarar que es usted un infeliz”.

Desencuentro

Esquela del director Manuel Romero a uno de sus actores: “Amigo Roldán, lo ando buscando para ofrecerle un papel en una película que estoy preparando. Me dijeron que estaba en el Hipódromo, y ahí fui, con un resultado pésimo. Me debe usted mil pesos”.

Amanecer en la plaza de toros

Al amanecer en la Plaza de Toros, un turista despechado busca una lanza y sin motivos aparentes atraviesa con certera precisión la espalda de un músico de pies muy grandes. En una habitación del hostal del pueblo están marcadas como silentes testigos, las huellas de unos enormes botines, mientras la turista consorte del lanzador yace desnuda y gozosa en la cama, ajena a lo acontecido en la retirada de la noche.

A usted

A usted, que está acostumbrado a que los demás lo respeten, las mujeres lo amen, los jefes lo consideren, los amigos siempre se acuerden de su cumpleaños, lo inviten a fiestas, a usted que sabe superar todas las adversidades y transitar por la vida con confianza y optimismo, a usted que es equilibrado y tolerante, que irradia energía, es competitivo y alegre, si a usted le pregunto, ¿Cómo hace?

División de bienes

El marido se tomó a pecho la división de bienes ordenada por el Juez. Experto en el uso de herramientas, hizo un buen trabajo cortando limpia y metódicamente todos los bienes gananciales. Desde un oso peluche a un sofá. Hasta el automóvil compartido con su cónyuge fue seccionando limpiamente por la mitad. Ahora está vendiendo todo en subasta por internet, donde cada objeto tiene una descripción amarga pero divertida, explicando cómo, en el juicio, le ordenaron dividir por la mitad sus pertenencias. Se presume que el motivo del divorcio fue la infidelidad de su esposa Laura. Está claro que en algún lugar hay una mujer llamada Laura bastante indignada, intentando averiguar qué hacer con su mitad del buzón y todo lo demás.

Manifestación

¡Queremos pan y trabajo! ¡Y un poco de fiambre!

La bella durmiente

Mientras duermes, tu exuberante cuerpo de pechos traslúcidos sale a dar una vuelta…y ya no vuelve.

El vendedor y la dama

José tiene sueños de senos blancos. Los conjetura en los vestidores de la tienda para damas distinguidas donde trabaja. Una tarde irrumpe la voluptuosa señora de Jiménez, elige un vestido y entra al probador. José no puede resistir su opulenta erección e ingresa resuelto detrás de ella. Al tiempo sale componiéndose la vestimenta después de haber navegado por el río de la voluptuosidad. En tanto la señora de Jiménez perece ahogada en el probador.

La biblia y el calefón

Después de que se destruyera Sodoma y Gomorra, Lot, el sobrino del patriarca Abraham, es emborrachado y violado por sus hijas, convirtiéndose en el primer caso de incesto de la humanidad.

Desamor

Cerró la puerta con un fuerte golpe y subió a la bicicleta precipitándose en las tinieblas de la noche. No podía dejar de pensar en ella, de cuando todavía era una joven y bella mujer y se entregaba gozosa al amor. Mucho antes que comenzaran las peleas, los insultos, y el amor se derrumbara sin que pudiera hacer nada para evitarlo con golpes y maldiciones. Pedaleó afanoso entrando en el parque, el manubrio apretado fuerte como si empuñara un arma letal. Pensó en la feroz cachetada con que le atravesó la cara antes de salir. Y en las palabras amenazantes que entonces le dijo ella, acariciándose la mejilla dolorida: pagarás por esto. El pedaleo entonces se hizo frenético, sin advertir en su perturbada embriaguez el bulto que se le acercaba presuroso en la penumbra, y que pronto la muerte lo estaría recibiendo en su cobijo, mientras agonizaba a lo bonzo.

Recursos humanos

Nos dijo que progresa en el trabajo porque tiene puesta la camiseta de la empresa. Lo que no aclaró es que la usa sin corpiño.

Estrella fugaz

− ¡Mira, una vida fugaz! – dijo una estrella al pasar

Los eternos críticos

Entran diez acróbatas a una pista de circo y forman un círculo entrelazando los brazos. Entran otros seis y se suben en sus hombros. Luego ingresan cuatro, después dos, todos formando círculos sobre los hombros de los de abajo. Ingresa el último que se encarama en la punta de esa pirámide humana, y comienza a tocar un violín, ante la mirada temerosa y azorada y de los espectadores. Uno de ellos comenta: “si, pero desafina”.

Historia del mate

Antes que se inventara la rueda, los mates se tomaban en fila india

Juegos prohibidos

A mi hermana le gustaba jugar al asesino. Pudimos jugar solo una vez.

Trofeo

Me encantaban sus grandes ojos azules. Por eso se los arranqué.

Evocaciones

El mantel rojo, las velas negras, los cubiertos de plata, las servilletas bordadas y su bello y pálido rostro mirándome desde el plato.

Madre hay una sola

Me pone muy mal el llanto de mi madre. Tendría que enterrarla más lejos.

Pacto

Había vendido su alma al diablo. Lo pagó caro. El diablo no aceptaba cuotas.

Femicidio

Cargué la pistola con cuidado provocando un chasquido hueco al meter los cartuchos en la recámara. Ella era de una belleza intolerable. Siempre tan curiosa, miró por el orificio del caño. Nunca me resultó tan fácil.

Murió con las botas puestas

No referiré por inútiles los pequeños acontecimientos ocurridos desde que el anciano tomó abundantes dosis de la pastilla azul, hasta el momento de su muerte. Solo señalaré como dato anecdótico que no alcanzó a sacarse las botas.

Mala decisión

Se había puesto en la piel del asesino. De nada le valió las explicaciones dadas y defensas interpuestas en el juicio previo a su camino hacia el patíbulo.

Zombi

─Niña, ¿no te da miedo estar acá sola en el cementerio a estas joras de la noche? ─Cuando estaba viva sí

¿Quieres hacer el favor de callarte?

Mi esposa era una máquina de hablar. Las palabras le salían a borbotones de su boca sin respiro. Ahora por fin se ha callado. La cabeza me mira con ojos extraviados dentro del frasco de vidrio sobre mi mesa de luz.

Un tiro por la culata

A aquel poeta se le retobaban las palabras. Apenas volcadas en la hoja desaparecían espantadas. A veces dejaba frases sueltas metidas en el horno. Cuando estaban a punto se desintegraban. Un perro era una perra. Un caballo una yegua. La lombriz una serpiente. La mujer del poeta, cansada de tantas torpezas quiso asustarlo apuntándole con un calibre veintidós largo. Le salió un tiro por la culta. Mortal

Los peligros de la literatura

En un lugar de la Mancha de nombre ignorado, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Quiso la providencia que Vuesa Merced, el narrador desta historia, se enfrentara con desaforados gigantes de largos brazos cual molinos de viento, de cuyo trascendido enfrentamiento perdiera una mano en el capítulo VIII de la novela.

Metamorfosis

Cuando Gregorio Samsa despertó una mañana tras un sueño intranquilo, transformado en un gigante dinosaurio, Augusto Monterroso dormía plácidamente.

Per saltum

Aquel avezado jurista aplicó con experta justicia la ley del “per saltum”. Abandonando olímpicamente a su esposa, huyó con la secretaria.

El mago

El mago hizo un gesto y despareció el hambre. Hizo otro gesto y desapareció la injusticia. Hizo otro gesto y despareció la guerra. El político hizo un gesto y desapareció el mago.

Amigos

Amigo 1: Una pregunta, ¿cómo haces para tener esa figura tan ágil, atlética y vital?
Amigo 2: Esteee…te lo diré a cambio de una revelación tuya: ¿cómo haces para conservar tu cabello tan suave y brillante?
Amigo 1: Ahhh…a vos también te vendieron el libro “Tenga un millón de amigos”...
Amigo 2: En tres cuotas.

Ramos generales

Las fotos de los occisos en los avisos fúnebres atrasan. Poco a poco se me va formando la cara que tengo en las fotos carnet. Muchas manos en un plato, manjar de antropófagos. No estoy viejo, sino mal instalado. La literatura es una forma de venganza. No es que haya muerto, respira de otra manera. Hay días en que a Cupido no le calienta nada. Dios, si existe, exagera. Me pregunto: ¿la ropa interior va dentro del cuerpo? Si llegas a viejo, vuélvete. A cada rato estoy en las últimas. Cada mañana asalto con audacia el nuevo día, cada atardecer me retiro en desorden. Tanto joder con el tiempo, uno se muere. Dime con quién andas, y se lo contaré a tu marido. Nada como el humor para estar en gracias de Dios. El lujo es la forma más incómoda de la vulgaridad. No hay nada tan desesperante como la calma. Ya el pecado de Eva no tiene nada de original. No es que todos los serios sean tontos, sino que todos los tontos son serios. Qué difícil es decir exactamente lo que se piensa.